Investigación - La Catedra
La carrera de Biología de la UMSA cuenta con el Centro de Análisis Espacial, bajo la coordinación de la Ing. Guillermina Miranda.
Esta Unidad fue creada hace 15 años, acorde al desarrollo de los sistemas de información geográfica que permitió equipar con computadoras, impresoras y una antena de recepción de imágenes, además de capacitar al personal para su correcto uso. También, cuenta con mapas originales del país, que son la base para sistemas de información geográfica, fotos aéreas que fueron utilizadas para hacer cartografía temática para proyectos concretos.
Estos materiales contribuyen a la formación de los estudiantes en el área de cartografía, esencial para el biólogo que trabaja en el campo.
El centro está dirigido a la formación de estudiantes y apoya a los investigadores con sistemas de información para elaborar mapas temáticos de vegetación, suelos o agua, “no solo son mapas, sino la información que aportan brinda resultados más concluyentes”, informó la Ing. Miranda.
Entre los trabajos que se realizan se abordan aspectos referidos con la climatología y variabilidad climática, “observamos el comportamiento de la atmósfera, viendo periodos secos, el juego de temperaturas máximas y mínimas; además de conocer los motivos por lo que existe falta de lluvia o máximas precipitaciones, qué factores inciden en ese hecho, informó la investigadora, “a partir de esto trabajamos por capas, desde el nivel del mar, ascendiendo hasta las máximas alturas para observar la atmósfera con diferentes direcciones e intensidades de vientos lo que permite localizar altas o bajas presiones o vientos y determinar la cantidad de precipitaciones por ejemplo”, acotó.
Otra área de trabajo es dirigida por el Dr. Kazuya Naoki orientada al manejo de bofedales y aves. También está involucrado en un proyecto de interacción en la comunidad de Sara Ana, con la producción de cacao orgánico.
Esta Unidad fue creada hace 15 años, acorde al desarrollo de los sistemas de información geográfica que permitió equipar con computadoras, impresoras y una antena de recepción de imágenes, además de capacitar al personal para su correcto uso. También, cuenta con mapas originales del país, que son la base para sistemas de información geográfica, fotos aéreas que fueron utilizadas para hacer cartografía temática para proyectos concretos.
Estos materiales contribuyen a la formación de los estudiantes en el área de cartografía, esencial para el biólogo que trabaja en el campo.
El centro está dirigido a la formación de estudiantes y apoya a los investigadores con sistemas de información para elaborar mapas temáticos de vegetación, suelos o agua, “no solo son mapas, sino la información que aportan brinda resultados más concluyentes”, informó la Ing. Miranda.
Entre los trabajos que se realizan se abordan aspectos referidos con la climatología y variabilidad climática, “observamos el comportamiento de la atmósfera, viendo periodos secos, el juego de temperaturas máximas y mínimas; además de conocer los motivos por lo que existe falta de lluvia o máximas precipitaciones, qué factores inciden en ese hecho, informó la investigadora, “a partir de esto trabajamos por capas, desde el nivel del mar, ascendiendo hasta las máximas alturas para observar la atmósfera con diferentes direcciones e intensidades de vientos lo que permite localizar altas o bajas presiones o vientos y determinar la cantidad de precipitaciones por ejemplo”, acotó.
Otra área de trabajo es dirigida por el Dr. Kazuya Naoki orientada al manejo de bofedales y aves. También está involucrado en un proyecto de interacción en la comunidad de Sara Ana, con la producción de cacao orgánico.
Fecha de Publicación: 12 sep 2019
Bajo la coordinación del Ing. Edgar Ricaldi, del Instituto de Investigaciones Físicas, se desarrolló el proyecto “Balance hídrico de la cuenca del río Kusillani”, ubicado al este de Villa Remedios, región caracterizada por la falta de agua. El proyecto se desarrolló por la necesidad de contar con el líquido elemento.
Para esto se instalaron estaciones pluviométricas para conocer el volumen de agua que ingresa a la región por efecto de la lluvia, se midieron las corrientes superficiales de agua, evotranspiración y las propiedades hidráulicas de las rocas para ver si el agua de lluvia se infiltra al interior de la tierra.
Se hicieron estudios de geología, geofísica e hidrología con lo que se determinó que la parte este de la cuenca está constituida por rocas duras con características impermeables, lo que no permite contar con agua de carácter subterráneo. En la zona oeste las condiciones son más duras, ya que el agua sigue su curso, “en perforaciones de más de 150 m se puede encontrar agua, pero será capturada sin capacidad de recarga, por lo que se requiere captación de agua de lluvia en superficie mediante obras de ingeniería civil destinada a capturar el agua de lluvia y se pueda aprovechar”, informó el investigador.
Las obras de ingeniería no afectarían a los ecosistemas de la región. Los resultados fueron entregados a las comunidades de la cuenca para que puedan acudir a las instancias correspondientes y generar obras de captura de agua.
Para esto se instalaron estaciones pluviométricas para conocer el volumen de agua que ingresa a la región por efecto de la lluvia, se midieron las corrientes superficiales de agua, evotranspiración y las propiedades hidráulicas de las rocas para ver si el agua de lluvia se infiltra al interior de la tierra.
Se hicieron estudios de geología, geofísica e hidrología con lo que se determinó que la parte este de la cuenca está constituida por rocas duras con características impermeables, lo que no permite contar con agua de carácter subterráneo. En la zona oeste las condiciones son más duras, ya que el agua sigue su curso, “en perforaciones de más de 150 m se puede encontrar agua, pero será capturada sin capacidad de recarga, por lo que se requiere captación de agua de lluvia en superficie mediante obras de ingeniería civil destinada a capturar el agua de lluvia y se pueda aprovechar”, informó el investigador.
Las obras de ingeniería no afectarían a los ecosistemas de la región. Los resultados fueron entregados a las comunidades de la cuenca para que puedan acudir a las instancias correspondientes y generar obras de captura de agua.
Fecha de Publicación: 12 sep 2019
La carrera de Física de la UMSA trabaja en el “Programa de investigación en energías renovables y meteorología en Patacamaya”, bajo la coordinación del M.Sc. René Torrez, investigador del Instituto de Investigaciones Físicas (IIF).
El trabajo de investigación se despliega desde hace varios años con el objetivo de ampliar conocimientos sobre energías alternativas como calentadores solares para obtener agua, energía solar pasiva para aislamientos de construcciones y, en esta línea, surge el proyecto, que no es muy incentivado debido a que las energías alternativas en el país aún no son competitivas, informó.
En este marco, se cuenta con un laboratorio en el municipio de Patacamaya para la investigación metereológica y de energías alternativas. En el lugar se desarrrollan experimentos para conocer las alternativas de aprovechamiento de energía solar y eólica en el país.
Se investiga las características de la radiación solar y sus diferencias con la existente a nivel del mar, “nuestros 4.000 m de altitud nos dan ventaja debido a la mayor cantidad de radiación, cielo más claro y menor contaminación atmosférica, lo que permite estudiar las aplicaciones de este tipo de energía”, informó el M.Sc. Torrez.
Entre las aplicaciones de este tipo de recursos está la energía solar fotovoltaica, que apoyaría a comunidades aisladas donde no llega la energía de red.
Actualmente, el trabajo se desarrolla a nivel de laboratorio, caracterizando el aprovechamiento de esta energía en el Altiplano, ventajas y desventajas, “aún no tenemos un conocimiento profundo de la atmósfera respecto al aprovechamiento de la energía solar, continuamos con la investigación para recabar más datos”, complementó el investigador.
Uno de los datos importantes es que se pierde eficiencia por efecto del calentamiento de las celdas solares, lo que perjudica a los paneles solares. Para esto, cuentan con una planta piloto de energía solar fotovoltaica con 26 paneles solares de 200 vatios, un aerogenerador de 5 kw y una estación metereológica diseñada para energía solar y eólica.
El trabajo de investigación se despliega desde hace varios años con el objetivo de ampliar conocimientos sobre energías alternativas como calentadores solares para obtener agua, energía solar pasiva para aislamientos de construcciones y, en esta línea, surge el proyecto, que no es muy incentivado debido a que las energías alternativas en el país aún no son competitivas, informó.
En este marco, se cuenta con un laboratorio en el municipio de Patacamaya para la investigación metereológica y de energías alternativas. En el lugar se desarrrollan experimentos para conocer las alternativas de aprovechamiento de energía solar y eólica en el país.
Se investiga las características de la radiación solar y sus diferencias con la existente a nivel del mar, “nuestros 4.000 m de altitud nos dan ventaja debido a la mayor cantidad de radiación, cielo más claro y menor contaminación atmosférica, lo que permite estudiar las aplicaciones de este tipo de energía”, informó el M.Sc. Torrez.
Entre las aplicaciones de este tipo de recursos está la energía solar fotovoltaica, que apoyaría a comunidades aisladas donde no llega la energía de red.
Actualmente, el trabajo se desarrolla a nivel de laboratorio, caracterizando el aprovechamiento de esta energía en el Altiplano, ventajas y desventajas, “aún no tenemos un conocimiento profundo de la atmósfera respecto al aprovechamiento de la energía solar, continuamos con la investigación para recabar más datos”, complementó el investigador.
Uno de los datos importantes es que se pierde eficiencia por efecto del calentamiento de las celdas solares, lo que perjudica a los paneles solares. Para esto, cuentan con una planta piloto de energía solar fotovoltaica con 26 paneles solares de 200 vatios, un aerogenerador de 5 kw y una estación metereológica diseñada para energía solar y eólica.
Fecha de Publicación: 12 sep 2019
El Instituto de Investigación y Capacitación en Ciencias Administrativas (IICCA) de la carrera de Administración de Empresas desarrolló el proyecto “Modelo estratégico organizacional para optimizar la gestión operativa, caso: Gobiernos Autónomos Municipales de Achocalla, Achacachi, Palca y Mecapaca”, coordinado por la M.Sc. Guadalupe Riera.
La investigación trabajó en distintas dimensiones: población civil, sector empresarial, salud, educación y servidores públicos.
Cada uno de estos componentes mostró las necesidades insatisfechas en sus regiones y que requieren atención inmediata para mejorar las condiciones de vida y avanzar en el desarrollo económico, potenciando las vocaciones productivas como la agricultura, ganado ovino, piscicultura, entre otros, sostuvo la investigadora, “el diagnóstico presentó una realidad en cada municipio y cómo el modelo propuesto puede atender las demandas, para eso se propuso una nueva estructura que permita optimizar la gestión operativa para atender esas demandas”, complementó.
El proyecto presenta un nuevo enfoque a la estructura organizacional para que los Alcaldes puedan implementarlo en función del diagnóstico realizado, esto además permitirá modernizar a los municipios con soluciones innovadoras que contribuya a cumplir con los objetivos propuestos en sus planes territoriales de desarrollo integral en concordancia con la estrategia de desarrollo del país, complementó la M.Sc. Riera.
Para el proyecto se trabajó con 1439 organizaciones (sociales, empresariales, salud, educación, servidores públicos y ciudadanos) y se realizaron más de 1500 encuestas, garantizando representatividad para contar con una cobertura de actores relevantes.
Entre los mecanismos para la gestión, el proyecto identifica acciones orientadas al mejoramiento de servicios básicos, seguridad ciudadana, alumbrado público y aseo urbano.
En el área de obras y proyectos se debe encarar aspectos relacionados con la salud, educación, medio ambiente, agua, represas, riego, espacios públicos, construcción y ampliación de caminos y desarrollo productivo.
Finalmente, es importante contar con participación ciudadana y control social para el logro de una buena gestión, mediante reuniones informativas, comités vecinales y mayores espacios de difusión de las actividades.
La investigación trabajó en distintas dimensiones: población civil, sector empresarial, salud, educación y servidores públicos.
Cada uno de estos componentes mostró las necesidades insatisfechas en sus regiones y que requieren atención inmediata para mejorar las condiciones de vida y avanzar en el desarrollo económico, potenciando las vocaciones productivas como la agricultura, ganado ovino, piscicultura, entre otros, sostuvo la investigadora, “el diagnóstico presentó una realidad en cada municipio y cómo el modelo propuesto puede atender las demandas, para eso se propuso una nueva estructura que permita optimizar la gestión operativa para atender esas demandas”, complementó.
El proyecto presenta un nuevo enfoque a la estructura organizacional para que los Alcaldes puedan implementarlo en función del diagnóstico realizado, esto además permitirá modernizar a los municipios con soluciones innovadoras que contribuya a cumplir con los objetivos propuestos en sus planes territoriales de desarrollo integral en concordancia con la estrategia de desarrollo del país, complementó la M.Sc. Riera.
Para el proyecto se trabajó con 1439 organizaciones (sociales, empresariales, salud, educación, servidores públicos y ciudadanos) y se realizaron más de 1500 encuestas, garantizando representatividad para contar con una cobertura de actores relevantes.
Entre los mecanismos para la gestión, el proyecto identifica acciones orientadas al mejoramiento de servicios básicos, seguridad ciudadana, alumbrado público y aseo urbano.
En el área de obras y proyectos se debe encarar aspectos relacionados con la salud, educación, medio ambiente, agua, represas, riego, espacios públicos, construcción y ampliación de caminos y desarrollo productivo.
Finalmente, es importante contar con participación ciudadana y control social para el logro de una buena gestión, mediante reuniones informativas, comités vecinales y mayores espacios de difusión de las actividades.
Fecha de Publicación: 12 sep 2019
Con el objetivo de disminuir la contaminación de pasivos ambientales de la cuenca de Milluni, el Ing. Eduardo Solís, Jefe del Departamento de Metalurgia del Instituto de Investigaciones Metalúrgicas y de Materiales de la UMSA, realizó una investigación académica para eliminar los residuos mineros que condenan a esta región.
Los pasivos ambientales son residuos metalúrgicos que provienen de la separación de metales valiosos, en su mayoría representan más del 90% del contenido que sacan de las minas.
Según la investigación, nuestro país cuenta con aproximadamente 80 millones de toneladas de residuos minero metalúrgicos, que afectan a más de 40 poblaciones.
Asimismo, diferentes reuniones mundiales sobre el cambio climático coincidieron que estas actividades afectan en un 50% al cambio climático, debido a la emisión de gases de efecto invernadero GEI como el CO2, convirtiéndose en una situación peligrosa por la descomposición de pasivos ambientales que generan corrientes degradantes al medio ambiente, contaminando suelos y atmósferas.
Al respecto, la cuenca de Milluni no está exenta del impacto negativo de los residuos mineros, dado que las aguas que se originan en el deshielo del nevado Huayna Potosí se contaminan al pasar por estos pasivos ambientales.
En ese sentido, la investigación planteada por el Ing. Solís propone solucionar este problema ambiental con el retratamiento de los pasivos ambientales de la cuenca de Milluni, a fin de recuperar estaño y zinc.
De la misma manera, el proyecto pretende plantear una planta modular metalúrgica semimóvil para el tratamiento de pasivos, reubicar los residuos a lugares adecuados como dique de colas o depósitos ambientales. Pero también proponer al Ministerio de Minería y Metalurgia el tratamiento metalúrgico de los pasivos ambientales a partir de un proyecto multidisciplinario e integral.
Este proyecto se encuentra en su primera fase de estudio, “el efecto de los pasivos ambientales está degradando nuestra biodiversidad, por eso queremos limpiar la cuenca de Milluni, pero además, lograríamos recuperar materiales metalúrgicos”, explicó el Ing. Solís.
Los pasivos ambientales son residuos metalúrgicos que provienen de la separación de metales valiosos, en su mayoría representan más del 90% del contenido que sacan de las minas.
Según la investigación, nuestro país cuenta con aproximadamente 80 millones de toneladas de residuos minero metalúrgicos, que afectan a más de 40 poblaciones.
Asimismo, diferentes reuniones mundiales sobre el cambio climático coincidieron que estas actividades afectan en un 50% al cambio climático, debido a la emisión de gases de efecto invernadero GEI como el CO2, convirtiéndose en una situación peligrosa por la descomposición de pasivos ambientales que generan corrientes degradantes al medio ambiente, contaminando suelos y atmósferas.
Al respecto, la cuenca de Milluni no está exenta del impacto negativo de los residuos mineros, dado que las aguas que se originan en el deshielo del nevado Huayna Potosí se contaminan al pasar por estos pasivos ambientales.
En ese sentido, la investigación planteada por el Ing. Solís propone solucionar este problema ambiental con el retratamiento de los pasivos ambientales de la cuenca de Milluni, a fin de recuperar estaño y zinc.
De la misma manera, el proyecto pretende plantear una planta modular metalúrgica semimóvil para el tratamiento de pasivos, reubicar los residuos a lugares adecuados como dique de colas o depósitos ambientales. Pero también proponer al Ministerio de Minería y Metalurgia el tratamiento metalúrgico de los pasivos ambientales a partir de un proyecto multidisciplinario e integral.
Este proyecto se encuentra en su primera fase de estudio, “el efecto de los pasivos ambientales está degradando nuestra biodiversidad, por eso queremos limpiar la cuenca de Milluni, pero además, lograríamos recuperar materiales metalúrgicos”, explicó el Ing. Solís.
Fecha de Publicación: 12 sep 2019
“La tradición oral de los pueblos indígenas amazónicos de La Paz como sustento de su lucha por la conservación de su medio ambiente y territorio”, es una investigación desarrollada en el Instituto de Investigaciones Sociológicas (IDIS-UMSA) por el docente investigador M.Sc. Enrique López.
El proyecto surge como parte del trabajo de investigación sobre el pueblo Mosetén por parte del investigador, “trabajamos sobre la gestión de su territorio, también ligado en su momento a una prospección petrolera en su territorio, que forma parte del bloque denominado Lliquimuni, ellos eran afectados por este proceso, y por eso, la necesidad de esta iniciativa”, sostuvo el investigador.
El principal objetivo del proyecto era determinar la importancia de esta tradición oral y mitología indígena amazónica que, además, se constituye en sustento de la lucha de estos pueblos por la conservación y que repercute en el uso sostenible de su territorio. Este trabajo permitió abarcar pueblos como los Mosetenes, Tacanas, Uchupoiamonas, Araonas, para tener una visión más amplia.
Con esto se planteó determinar, por regiones, las mitologías de los pueblos Mosetén, Chimán, Tacana, Uchupiamonas, Esse Ejja, Leco y Araona, principalmente en lo referido al dominio de su territorio, características culturales, de fauna y flora, especificando si algunas se recontextualizaron actualmente.
Por otra parte, se trabajó en determinar la influencia entre las diferentes mitologías estudiadas, patrones comunes y se encontró que las mismas se han esparcido en todo el territorio amazónico y establecer cualitativamente el aporte de estas mitología para la construción de paradigmas de conservación y uso sostenible de su territorio.
“Mi interés era, siempre en consenso con los pueblos indígenas, encontrar en su tradición oral algunos elementos que respalden los procesos de gestión, conservación y manejo sostenible de territorio”, sostuvo.
Posteriormente, se realizaron visitas a las comunidades y se trabajó en promedio con 5 entrevistas por comunidad a personas e incluso nucleos familiares, llegando a más de 10 comunidades por pueblo indígena visitado.
“Se rescató una cantidad importante de tradiciones orales que respaldan su gestión territorial al extremo de indicar coordenadas sobre el territorio que explican incluso el surgimiento de los ríos y los orígenes de las comunidades”, concluyó el investigador.
El proyecto surge como parte del trabajo de investigación sobre el pueblo Mosetén por parte del investigador, “trabajamos sobre la gestión de su territorio, también ligado en su momento a una prospección petrolera en su territorio, que forma parte del bloque denominado Lliquimuni, ellos eran afectados por este proceso, y por eso, la necesidad de esta iniciativa”, sostuvo el investigador.
El principal objetivo del proyecto era determinar la importancia de esta tradición oral y mitología indígena amazónica que, además, se constituye en sustento de la lucha de estos pueblos por la conservación y que repercute en el uso sostenible de su territorio. Este trabajo permitió abarcar pueblos como los Mosetenes, Tacanas, Uchupoiamonas, Araonas, para tener una visión más amplia.
Con esto se planteó determinar, por regiones, las mitologías de los pueblos Mosetén, Chimán, Tacana, Uchupiamonas, Esse Ejja, Leco y Araona, principalmente en lo referido al dominio de su territorio, características culturales, de fauna y flora, especificando si algunas se recontextualizaron actualmente.
Por otra parte, se trabajó en determinar la influencia entre las diferentes mitologías estudiadas, patrones comunes y se encontró que las mismas se han esparcido en todo el territorio amazónico y establecer cualitativamente el aporte de estas mitología para la construción de paradigmas de conservación y uso sostenible de su territorio.
“Mi interés era, siempre en consenso con los pueblos indígenas, encontrar en su tradición oral algunos elementos que respalden los procesos de gestión, conservación y manejo sostenible de territorio”, sostuvo.
Posteriormente, se realizaron visitas a las comunidades y se trabajó en promedio con 5 entrevistas por comunidad a personas e incluso nucleos familiares, llegando a más de 10 comunidades por pueblo indígena visitado.
“Se rescató una cantidad importante de tradiciones orales que respaldan su gestión territorial al extremo de indicar coordenadas sobre el territorio que explican incluso el surgimiento de los ríos y los orígenes de las comunidades”, concluyó el investigador.
Fecha de Publicación: 11 nov 2019
Debido a la quema indiscriminada de bosques montanos de los Yungas, la Dra. Silvia Gallegos, investigadora del Herbario Nacional de Bolivia de la UMSA, realizó una investigación a fin de encontrar soluciones para recuperar el ecosistema de las regiones afectadas por el fuego.
En los últimos tiempos, ha tomado relevancia el fenómeno de los grandes incendios forestales que, en ocasiones, genera la necesidad de restaurar los bosques montanos después del fuego.
Hasta el momento, no se conoce las causas de incendios en los bosques. Los pobladores dicen que en varias oportunidades se realizan quemas culturales o accidentales.
Según la investigadora, después del incendio en los bosques crece un helecho denominado Pteridium esculentumvar arachneideum, más conocido como “Chusi”. Este helecho impide el crecimiento y desarrollo de los bosques afectados.
En ese sentido, el año 2010, la Dra. Gallegos inició la primera fase de la investigación con diferentes experimentos, a fin de analizar el detenimiento del desarrollo de los bosques quemados, esta pausa responde a dos circunstancias: la primera, debido a que no existen semillas en las regiones afectadas y la segunda razón es porque existen contaminantes ambientales en los bosques quemados.
Sin embargo, los experimentos de la investigación presentan a los helechos como un aporte para la reestructuración de los bosques montanos, no obstante, esta especie no produce frutos por esa razón los animales no se sienten atraídos por estas regiones quemadas.
Es necesario indicar que las aves y murciélagos son los principales dispersores de semillas, porque al terminar de consumir un alimento buscan otro lugar para seguir alimentándose y es ahí donde van dejando las semillas.
Por otro lado, los bosques quemados se convierten en lugares riesgosos para las aves porque sus depredadores están alertas a su nuevo alimento.
Durante la segunda fase de la investigación (2017-2018) se construyeron viveros para seguir analizando las posibles soluciones ante el poco desarrollo de los bosques quemados.
La investigadora Dra. Gallegos comentó que comunidades cercanas a Chulumani e Irupana se sumaron a la iniciativa de restaurar los bosques, razón por lo cual, estas regiones brindaron espacios de territorio comunal en comodato de 20 años, con el propósito de seguir estudiando estos fenómenos del ecosistema.
La tercera fase de la investigación se ejecutará del 2019 al 2022, el principal objetivo de esta última fase es realizar experimentos ecológicos atrayentes de aves y murciélago. Y, por otro lado, efectuar posgrados como aporte académico para las personas que deseen interiorizarse en la reestructuración de los bosques.
En los últimos tiempos, ha tomado relevancia el fenómeno de los grandes incendios forestales que, en ocasiones, genera la necesidad de restaurar los bosques montanos después del fuego.
Hasta el momento, no se conoce las causas de incendios en los bosques. Los pobladores dicen que en varias oportunidades se realizan quemas culturales o accidentales.
Según la investigadora, después del incendio en los bosques crece un helecho denominado Pteridium esculentumvar arachneideum, más conocido como “Chusi”. Este helecho impide el crecimiento y desarrollo de los bosques afectados.
En ese sentido, el año 2010, la Dra. Gallegos inició la primera fase de la investigación con diferentes experimentos, a fin de analizar el detenimiento del desarrollo de los bosques quemados, esta pausa responde a dos circunstancias: la primera, debido a que no existen semillas en las regiones afectadas y la segunda razón es porque existen contaminantes ambientales en los bosques quemados.
Sin embargo, los experimentos de la investigación presentan a los helechos como un aporte para la reestructuración de los bosques montanos, no obstante, esta especie no produce frutos por esa razón los animales no se sienten atraídos por estas regiones quemadas.
Es necesario indicar que las aves y murciélagos son los principales dispersores de semillas, porque al terminar de consumir un alimento buscan otro lugar para seguir alimentándose y es ahí donde van dejando las semillas.
Por otro lado, los bosques quemados se convierten en lugares riesgosos para las aves porque sus depredadores están alertas a su nuevo alimento.
Durante la segunda fase de la investigación (2017-2018) se construyeron viveros para seguir analizando las posibles soluciones ante el poco desarrollo de los bosques quemados.
La investigadora Dra. Gallegos comentó que comunidades cercanas a Chulumani e Irupana se sumaron a la iniciativa de restaurar los bosques, razón por lo cual, estas regiones brindaron espacios de territorio comunal en comodato de 20 años, con el propósito de seguir estudiando estos fenómenos del ecosistema.
La tercera fase de la investigación se ejecutará del 2019 al 2022, el principal objetivo de esta última fase es realizar experimentos ecológicos atrayentes de aves y murciélago. Y, por otro lado, efectuar posgrados como aporte académico para las personas que deseen interiorizarse en la reestructuración de los bosques.
Fecha de Publicación: 11 nov 2019