La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) presentó ayer un estudio sobre el proyecto  hidroeléctrico Chepete-Bala y recomendó al Gobierno frenarlo. El trabajo académico establece que esa iniciativa  pondría en riesgo a la economía del país y a la Madre Tierra.

“Los investigadores demuestran contundentemente que la probable construcción de esta represa en lugar de generar beneficio al departamento de La Paz y al país en su conjunto, no sólo provocará un perjuicio, sino que implicaría materializar un ecocidio”, señaló el rector de la UMSA, Waldo Albarracín.

Esa casa de estudios realizó el análisis a solicitud de la mancomunidad de los ríos Beni y Quiquibey, con la que suscribió un convenio en 2017. En el documento se presenta un análisis técnico, ambiental, financiero y jurídico del proyecto.

El rector de la UMSA  señaló que el análisis descarta la viabilidad de estas hidroeléctricas, porque no se cuenta con un Estado “cliente”, al cual venderle energía. Albarracín explicó: “Hasta ahora no se ha demostrado con ningún documento que exista un cliente seguro para la compra de energía que pudiera exportar el Estado boliviano, producto de la instalación de esta represa”.

En el documento se lee que el proyecto hidroeléctrico apunta a exportar energía principalmente a Brasil, pero esta nación  no suscribe convenios de compra con otros Estados, sino que acepta ofertas mediante subastas, y que ya tiene adjudicaciones hasta más allá de 2025.

“El Gobierno habla de un probable ingreso económico cuantioso. Que con la construcción de esta represa estaríamos en condiciones de vender energía a Brasil, cuando este país no mostró interés en este proyecto.  Sin haber negociado antes, Brasil nos puede imponer incluso un precio ínfimo por la energía”, declaró el Rector de la UMSA.

Entre los impactos ambientales negativos, el estudio advierte riesgo de  deforestación de 1.910 km2 por los embalses, miles de especies expulsadas de su hábitat y la posible inundación de 68.000 hectáreas de bosques.

Al respecto, Lidia Anti, representante de la mancomunidad y del comité defensor de la vida amazónica en la cuenca del río Madera, expresó que las comunidades rechazan el proyecto de las hidroeléctricas.

“No estamos en contra del desarrollo, queremos un desarrollo que no afecte al medioambiente, a la naturaleza. Queremos desarrollo, pero no a costa de las vidas de las personas y del bosque en su conjunto. No queremos que se hagan represas que afecten a la vida misma”, enfatizó.

El presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda (MAS), afirmó que el Gobierno cuenta con un estudio de impacto ambiental que no estima daños de gran magnitud y que  se planteó un referendo sobre este tema.

“El presidente del Estado, Evo Morales,  sugirió que se haga un referendo y que sean los ciudadanos que viven en ese lugar quienes puedan emitir su criterio respecto a este proyecto. Tenemos un estudio. Los efectos medioambientales no son de gran importancia”, sostuvo.

Rector advierte que Evo puede ser enjuiciado

Si el Gobierno y el presidente Evo Morales consolidan la construcción de las megarrepresas hidroeléctricas Chepete-Bala, pueden ser pasibles a juicio de responsabilidades por el presunto delito de “ecocidio”, porque éste  no prescribe, declaró el rector de la Universidad Mayor de San Andrés, Waldo Albarracín.

“Se pueden generar tremendos perjuicios, y podríamos decir incluso delitos medioambientales, que, en base al principio de imprescriptibilidad de este tipo de conductas delictivas, pueden dar lugar a subsecuentes acciones penales contra autoridades públicas si pretenden materializar estos proyectos”, declaró.

La autoridad universitaria manifestó que en esa situación no se descartaría un juicio de responsabilidades en contra de las autoridades, entre ellas, el Presidente.